Sal, pasa una noche loca, que sea la mejor que hayas pasado hasta ese  día. No pienses, solo actúa, pero piensa en el acto y sus consecuencias.  Disculpas, no valen, toca el siguiente turno. Al despertarte verás que  todo sigue igual pero distinto, algo habrá cambiado en ti y algun día  darás gracias a la vida por todos los momentos que te da. Una noche con  cuarenta y ocho horas y un día con doce, bastantes horas para pasar tan  solo un día entero pero no las suficientes. Exígete a ti mismo lo que  quieres ser sin importarte nada, al fin y al cabo tu eres tú y en tu  interior estás solo. Fuera está todo lo demás, imprescindible y  totalmente necesario. Toma precauciones, odiamos las desgracias, pero de  ellas se aprende. Vive para vivir, y muere la muerte por haber vivido,  mira al cielo y habrás cumplido tu sueño porque será lo que realmente  hayas querido a lo largo de tu vida.
 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario