Tenemos  miedo, lo sentimos todo el tiempo, nos quedamos con la primera  impresión, con lo primero que nos dicen. Preferimos un no antes que  arriesgarnos por un quizás. Elegimos ser lo que somos y creemos que eso  es lo mejor para nosotros. Nos falta jugárnosla por esa persona, por ese  sueño. Arriesgar o acertar, es parte de la vida. Pierde el que no lo  intenta, el que se estanca en sus pensamientos. Corremos el riesgo de no  crecer, de no esforzarnos, de no conocer ni aprender. Errar no es  fallar, sino aprender a ganar. Quizás hoy sea un no, pero nadie te quita  la posibilidad de que mañana sea un sí.
 

 
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