Esta noche tuve un sueño. No recuerdo donde estaba. Solo se que tú estabas allí. Conmigo. 
Sentí  calor, tranquilidad. Me sentía feliz, como en una nube...De pronto  desapareciste, pero me quedé con algo tuyo; una carta. En esa carta me  decías las cosas más bonitas que había oído en mi vida. Pero hubo una  cosa que, hizo mella en mi corazón, escribiste que 'me querías'.  
 
 Me  querías, sonaba tan extraño, pero a la vez tan real que lo creí sin  dejar lugar a dudas. Me querías. ¿Que dos simples palabras puedan  hacerte sentir tantas cosas a la vez...? 
Pero la carta no  acababa ahí, también escribiste que, desde que te hablé, desde que te  miré por primera vez supiste que sería una persona especial en tu vida. Y  que desde aquel beso que me robaste no habías podido dejar de pensar en  mi.
Al terminar de leer aquella hermosa carta alguien me abrazó por la espalda. Sonreí.  Sabía que eras tú. Y entonces me giraste, nos encontramos cara a cara  oyendo nuestras respiraciones a una distancia prácticamente centesimal,  cuando después de mirar tus preciosos ojos azules, te besé. Fue el beso  más perfecto que nunca podía haber imaginado. Era un momento...¿Cómo  decirlo? MÁGICO...
Lástima que los sueños solo sean eso, sueños. Lástima que yo nunca me he atrevido a decirte lo que siento por ti y que tú tampoco lo hayas hecho. Sólo espero que algún día logremos vencer las distancias antes de que sea demasiado tarde...y pueda decirte que 'Te quiero'.
Lástima que los sueños solo sean eso, sueños. Lástima que yo nunca me he atrevido a decirte lo que siento por ti y que tú tampoco lo hayas hecho. Sólo espero que algún día logremos vencer las distancias antes de que sea demasiado tarde...y pueda decirte que 'Te quiero'.
 

 
No hay comentarios:
Publicar un comentario