-Mañana  es sinónimo de un día menos. Ayer es el recuerdo de lo que fue y  ya no  será. Y el hoy es tan efímero que lo único que puedes hacer es  poner  tus sentidos para guardar en la memoria un tiempo que  automáticamente  se convertirá en pasado. Porque la vida es ver como en  un abrir y  cerrar de ojos el ahora se convierte en antes, y el después  en ahora,  para sucesivamente ir dejando todo atrás. Nos enfrentamos al  tic-tac  conscientes de que somos indefensos ante él, y aún así nos  empeñamos en  cargar a nuestra espalda el dolor que supone un tiempo que  se nos va,  un libro que nunca tendrá segunda parte o un punto y final  que estamos  obligados a escribir. Y poco a poco olvidamos que por mucho  que lo  intentemos es imposible volver al pasado, o cambiar el sentido de  las  agujas del reloj, borrar los errores que cometimos, o revivir un   momento en el que nos gustaría habernos quedado para siempre: dejando   escapar gran parte de nuestra vida buscando la manera de congelar el   presente.
Dejemos  huella para aquellos que vengan, para que tracen una linea nueva  y  nuestro punto y final se convierta en un punto y seguido, para que  cada  vez que abramos el álbum de nuestra memoria nos sintamos orgullosos  de  lo que hemos hecho. Para poder decir algún día, que sentimos  nostalgia  por cada una de las sonrisas que hemos exprimido a lo largo de  la  vida. Porque lo importante no es el pudo haber sido y nunca fue,  sino  el puede ser, y seguro que así será.
 

 
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